ETAPAS DE UNA RUPTURA AMOROSA
- Yanny Barrios
- 2 jun 2024
- 7 Min. de lectura
Por dura que haya sido la experiencia, por costoso que haya resultado el error, siempre es posible volver a empezar. (Jorge Bucay)

Una ruptura amorosa no es solo una separación; es un acontecimiento que desentraña significados mucho más profundos y complejos de lo que a simple vista se percibe.
Más allá del dolor inmediato, una ruptura amorosa aviva heridas profundas de nuestro pasado, como la pérdida, el abandono y el rechazo. Estas heridas, dependiendo de las experiencias personales, pueden representar un dolor que para muchos es difícil de comprender y expresar.
En mi propia experiencia, cada ruptura vivida a lo largo de mis relaciones de pareja ha sido dolorosa, pero también una fuente de aprendizaje y autoconocimiento.
Cada separación, en su particularidad, ha representado diferentes desafíos y emociones. He enfrentado la traición, el rechazo, el sentimiento de abandono, la falta de merecimiento y muchas otras emociones que no son visibles y no pueden ser reconocidas en el momento. He tenido que aprender aceptar y re-ajustar el significado de una relación de pareja y trabajar en la expectativa de lo que realmente es. No es fácil, me ha tocado despedirme de la pérdida de sueños compartidos, de una relación que parecía prometedora, y de un proyecto de vida construido en conjunto que un día pensé que era para toda la vida.
Estas heridas no sólo me mostraron lo vulnerable que soy, sino también el largo camino que tenía por delante para alcanzar un mejor estado emocional. Principalmente durante mi divorcio, tuve la oportunidad de reflexionar profundamente sobre todo aquello que había permitido en mi vida, muchas veces de manera inconsciente, y que no necesariamente merecía.
La ruptura amorosa es un catalizador para enfrentarnos a nuestras inseguridades y miedos más profundos. Nos obliga a cuestionar nuestras creencias sobre el amor, el compromiso y nuestra propia valía. En el silencio de la soledad post-ruptura, emergen preguntas difíciles: ¿Qué hice mal? ¿Soy lo suficientemente bueno? ¿Volveré a encontrar el amor? La ansiedad se apodera del presente y no es posible ver un futuro más allá del sentimiento que en ese momento se vive.
Es normal atravesar diferentes etapas en el proceso de ruptura, y no todas llevan un orden específico. En mi caso, estas etapas no siguieron un patrón lineal. Las etapas mencionadas en diversas bibliografías incluyen: shock, negación, negociación, ira, tristeza y duelo, aceptación y superación. Personalmente, agregaría una etapa crucial: la autorrealización.

Estas etapas en mi caso se desarrollaron de una manera muy peculiar. No me di la oportunidad de vivir todas las etapas. Después del shock inicial, salté directamente a la negociación, viviendo en paralelo la tristeza. Curiosamente, llegué a la superación sin haber trabajado plenamente en la tristeza y la ira. Fue un proceso complejo y no lineal, pero lo importante no es cómo se viven las etapas, sino permitirnos experimentarlas de manera auténtica. El proceso en sí se irá dando en la medida en que estés claro con tus objetivos post ruptura.
Acá te dejo una explicación de lo que significa cada etapa y cómo lo viví
Etapa | Descripción | Experiencia Personal |
Shock | Esta etapa inicial se caracteriza por la incredulidad y la confusión inmediata tras la ruptura. Es como si el mundo se detuviera y todo lo que una vez tuvo sentido, ya no lo tiene. | El shock me dejó paralizada emocionalmente, incapaz de procesar lo que realmente había sucedido. |
Negación | Aquí, la persona se niega a aceptar la realidad de la ruptura, aferrándose a la esperanza de que todo vuelva a la normalidad. | Curiosamente, no experimenté esta etapa de manera inmediata. De alguna manera sentía que sabía que eso pasaría y más que negación me hundî en la culpa porque muy en el fondo "sabía que pasaría" |
Negociación | En esta etapa, intentamos negociar con nosotros mismos o con nuestra ex pareja para revertir la ruptura. Prometemos cambiar y mejorar con la esperanza de recuperar lo perdido. | Salté directamente a esta etapa, intentando desesperadamente encontrar formas de arreglar lo que se había roto. |
Ira (Enojo) | La ira puede dirigirse hacia la ex pareja, la situación o uno mismo. Es una respuesta natural al dolor y la injusticia percibida. | Esta etapa no se manifestó inmediatamente en mí, lo que complicó y prolongó mi proceso de sanación. Curiosamente no conectaba con la ira y el enojo hacia la otra parte. Luego descubrí con muchas terapias que el enojo era conmigo misma por todo lo que había permitido. |
Tristeza y Duelo | Aquí enfrentamos la realidad de la pérdida, con sentimientos profundos de tristeza, vacío y desesperanza. | Viví esta etapa en paralelo con la negociación, lo que intensificó mis emociones. Es una de las etapas más difíciles. Permítete sentir. No evadas las emociones que pasan por ti a lo largo del día. |
Aceptación | En la aceptación, empezamos a reconocer y aceptar la realidad de la ruptura y comenzamos a mirar hacia el futuro. | Esta etapa fue igual de difícil de alcanzar, pero una de las más lindas. es en esta etapa en donde decido trabajar en mi y cuestionar todas mis creencias. |
Superación | Implica superar la relación y centrarse en el propio crecimiento y bienestar. | Alcancé esta etapa sin haber pasado por la ira y la negación, lo que hizo mi proceso de sanación un tanto incompleto. Estaba clara en que quería superarlo, lo predicaba, lo había aceptado y lo trabajaba, pero algo me llevaba nuevamente a sentir tristeza y soledad. Luego entendí que no lograba cerrar esta etapa porque había reprimido y evadido emociones importantes en mi proceso. Asî que me dediqué a trabajar en mis emociones y conectar con ellas. Todavía lo hago. :) |
Autorrealización | Esta etapa adicional implica el redescubrimiento de uno mismo y la reconexión con nuestros propios intereses y pasiones. | Me di cuenta de que, para verdaderamente sanar, necesitaba reconectar conmigo misma y redescubrir quién era fuera de la relación. Una vez aceptas, abrazas, reconoces y actúas. Logras sentirte realizado. No olvidas lo que pasó, pero ya no duele. |
Cada persona tiene un proceso único y no hay un camino correcto o incorrecto para sanar de una ruptura amorosa. Lo esencial es ser amable con nosotros mismos y buscar apoyo cuando sea necesario.
Posibles sentimientos durante una ruptura amorosa y cómo gestionarlos
Tristeza y desesperanza: Permítete sentir tristeza sin juzgarte. Llorar y expresar tus emociones es una parte natural del proceso de duelo. Busca actividades que te brinden consuelo y paz, como leer, escuchar música o practicar meditación. Es parte del proceso y es inevitable no sentirlo. Ten paciencia y permítete sentir.
Enojo y resentimiento: El enojo es una emoción válida. Encuentra formas saludables de liberarlo, como el ejercicio físico, escribir en un diario o hablar con un amigo de confianza. Evita tomar decisiones impulsivas bajo la influencia del enojo. Antes de actuar respira, cuenta las 10, 20 o 30. Piensa y luego actúa. Cuidado con las reacciones impulsivas producto del enojo. Pueden luego generar sentimientos de culpa y arrepentimiento, complicando el proceso mucho más.
Culpa y autocrítica: Reconoce tus errores sin castigarte. Aprende de la experiencia y trabaja en mejorar tus habilidades de comunicación y relación. Recuerda que nadie es perfecto y que cada relación es una oportunidad de crecimiento. Es un trabajo continuo y de por vida. No es fácil no sentir culpa o criticarte sobre todo cuando eres duro contigo mismo. Empieza por hablarte bonito y encontrar lo mejor de ti en ti.
Ansiedad y miedo al futuro: Mantén una rutina diaria para brindarte estabilidad. Practica técnicas de relajación como la respiración profunda y el yoga. Planifica pequeños objetivos a corto plazo para mantenerte enfocado y reducir la incertidumbre. Es normal sentir miedo e incertidumbre, incluso estando en tu mejor momento de vida los miedos siempre están ahí. Abrázalos y gestiónalos. Solo no dejes que te dominen.
Soledad y sensación de vacío: Conéctate con amigos y familiares que te apoyen. Participa en actividades sociales y busca nuevos pasatiempos. Considera unirte a grupos de apoyo donde puedas compartir tus experiencias y escuchar las de otros. Igualmente dale tiempo a la soledad. Deja que te muestre lo que necesitas saber sobre ella. Los espacios de silencio son importantes. Al principio dolorosos, luego lo mejor que te puede pasar. Encuentra en la soledad el espacio para conectar contigo mismo.
Pérdida de identidad: Redescubre tus intereses y pasiones individuales. Dedica tiempo a actividades que te hagan sentir realizado y que quizás habías dejado de lado durante la relación. Reconstruir tu identidad fuera de la relación es crucial para tu bienestar. Cuestiona tus creencias y empieza a descubrir lo grande que eres. Enfoca tus esfuerzos en conocerte y amarte con tus fortalezas y debilidades, con tu luz y tu oscuridad.
Reflexión personal y aceptación: Tómate el tiempo para reflexionar sobre la relación y aceptarla tal como fue. Este es el primer paso hacia la sanación. Aceptar la realidad no significa resignación, sino reconocer lo que fue y permitirte avanzar. Empieza a contarte una historia diferente. En vez de decir lo miserable que has sido en esa relación, mira la gran enseñanza que te deja.
El proceso de duelo: Reconoce que una ruptura amorosa es similar a un proceso de duelo. Pasarás por etapas de negación, ira, negociación, depresión y, finalmente, aceptación. Permítete pasar por cada una de estas etapas a tu propio ritmo. Las etapas no son lineales y no tienen que serlo. Date espacio para sentir. Al final lo importante es que puedas abrazar, reconocer y aceptar cada una de las emociones que se irán desencadenando en este proceso. No te preocupes por la volatilidad de estas emociones, es normal sentirte empoderado y una hora después sentirte miserable. Sé amable contigo.
Cuidado personal y autocompasión: Prioriza el autocuidado. Dedica tiempo a actividades que nutran tu cuerpo y mente. Practica la autocompasión hablándote a ti mismo con amabilidad y comprensión, como lo harías con un amigo querido. Crea un tablero donde puedas listar tus fortalezas, habilidades, dones y todos los logros pasados. Pónlo en un lugar visible y léelo varias veces al día en voz alta. Cada vez que lo leas, sonríe y dilo con emoción. Luego, reconoce esos grandes pasos, logros y proyectos. Revisa tus fortalezas y celebra cada una de ellas. Escribe sobre tus experiencias y reflexiona sobre cómo has superado desafíos en el pasado. Usa estas reflexiones como un recordatorio de tu resiliencia y capacidad de crecimiento. Integra actividades que te apasionen y que te hagan sentir pleno.
Buscar nuevos propósitos y metas: Encuentra nuevos propósitos y metas que te motiven. Esto puede ser aprender una nueva habilidad, viajar, o enfocarte en tu carrera o hobbies. Estos nuevos objetivos pueden proporcionarte un sentido renovado de propósito. Yo me dediqué hacer jardín en mi casa (algo que nunca había hecho). Estudié cursos en línea, me certifiqué como Coach de la Ontología del lenguaje y hoy sigo buscando proyectos que me ayuden a mantenerme enfocada en mis objetivos. Este blog es uno de esos proyectos :). Encuentra lo que conecte contigo.
Resiliencia y crecimiento postraumático: Reconoce tu capacidad de resiliencia. Las experiencias dolorosas pueden ser una fuente de crecimiento personal. Aprende a ver la ruptura como una oportunidad para convertirte en una versión más fuerte y auténtica de ti mismo. Busca ayuda profesional si lo consideras necesario.
Es importante reconocer que el proceso de sanación no es lineal. Habrá días buenos y malos, momentos de fortaleza y de debilidad.
Permitirnos sentir y procesar estas emociones es esencial para nuestra recuperación. Buscar apoyo en amigos, familiares o profesionales también puede ser una gran ayuda.
Según la doctora Naomi Eisenberger, profesora de Psicología en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), "el dolor de una ruptura amorosa activa las mismas áreas del cerebro que el dolor físico"【Eisenberger et al., 2011】
Esto explica por qué una ruptura puede causar síntomas físicos como insomnio, pérdida de apetito o dolor en el pecho, demostrando cómo nuestras emociones y nuestro cuerpo están intrínsecamente conectados.
En el camino hacia la sanación, descubrimos nuestra resiliencia y capacidad de transformación. Aprendemos a amarnos a nosotros mismos y a establecer límites más saludables en futuras relaciones. Cada ruptura nos ofrece la oportunidad de redefinir lo que queremos y merecemos en una relación de pareja.
Así, lo que callamos sobre una ruptura amorosa no es solo el dolor, sino también la increíble capacidad de reinventarnos y encontrar una versión más auténtica y fuerte de nosotros mismos. Al compartir nuestras historias y experiencias, no solo sanamos, sino que también podemos inspirar a otros a encontrar la luz al final del túnel.
Transitar por una ruptura amorosa es un viaje complejo y profundamente personal. No hay un camino correcto o incorrecto para navegar por las etapas del duelo, y cada persona vivirá su proceso de manera única. Lo más importante es permitirte sentir y procesar cada emoción, sin juzgarte a ti mismo por cómo o cuándo ocurren.
Recuerda, no estás solo en este proceso. Busca apoyo en amigos, familiares o profesionales, y da pequeños pasos hacia tu bienestar cada día. Al final, la capacidad de reinventarnos y encontrar una versión más fuerte y auténtica de nosotros mismos es lo que realmente importa.
Permítete sanar a tu propio ritmo y celebra cada pequeño logro en tu camino hacia la recuperación. Comparte tu historia, escucha a otros y sigue adelante con esperanza y determinación. La luz al final del túnel siempre está al alcance, incluso en los momentos más oscuros.
No seas duro contigo,
Vive el proceso.
Con cariño,
Yanny
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